Bryan Madey................Batería, percusiones
Steve Love....................Guitarras, sitar y voz
Michael Brown.............Piano, Harpsichord y Percusión
Ian Lloyd.......................Bajo y voz principal
1ª cara:
- Darling
- Don't ever let me down
- Love is in motion
- Hey france
- Please, please
2ª cara:
- Changes have begun
- Circles
- Believe me
- Words
- Top of the city
- Down time blooze
- What comes after
- Brother Louie
La vida de estos Neoyorkinos fue tan fugaz como lo eran sus composiciones, cortas pero intensas. En tan solo 3 años que duró la sociedad, consiguieron auparse al primer puesto del mercado americano con una versión propiedad de los londinenses HOT CHOCOLATE, se trataba de"Brother Louie", una pieza que le llegó al público, consiguiendo de esta manera obtener un pellizco de fama algo etéreo. La empresa estaba fundada por Ian Lloyd y Michael Brown, después llegarían Steve Love y Brian Madey reclutados por sus promotores, con la idea de crear un grupo que realizara una música dentro de la esfera BEATLE.
Lanzarían un primer álbum homónimo en 1972 que no obtuvo gran repercusión, pero un año más tarde volvieron a la carga con este "About us", que tampoco tendría una buena acogida, pero es importante recalcar que en su primera edición no incluye el éxito "Brother Louie". Este vendría con posterioridad, haciendo que su popularidad creciera geométricamente, lo que llevó a replantearse una nueva edición del disco, pero esta vez incluyendo el corte al final. El número de ventas aumentó vertiginosamente. Sin embargo Brown, viendo que lo que demandaba la gente no era lo que ansiaba comunicar al público, ya que su intención iba por otros derroteros, hizo que se quedase muy afectado y ciertamente deprimido, tomando la decisión de abandonar la aventura. Tras su pérdida la formación se quedó bastante tocada, lo que condujo a un final precipitado tras la salida de su tercer y último trabajo "Travelling Underground" en 1974. Ian Lloyd el único fundador que quedaba también siguió el camino de su compañero para dedicarse a trabajar en solitario. Es decir, un trienio de vida para STORIES.
Tal vez la concepción creativa fuese contracorriente en el instante en que se les ocurrió intentar triunfar. Dentro de la vorágine del rock, en 1973 el progresivo estaba en su punto álgido y también el blues rock y le hard estaban construyendo temas complejos, encauzados con inmensos edificios instrumentales que parecían no terminar. Su propuesta era bastante opuesta, aunque el sonido obtenido tiene un fondo que bien podría ser afín a lo que promulgaba el prog. Densas producciones concentradas en apenas 3 minutos o incluso menos, pero con una capacidad instrumental densa. Ingeniería y arreglos muy elaborados hacían que las canciones gozasen de versatilidad aun cuando estaban generadas a partir de una melodía sencilla con estribillos claros, contagiosos y atractivos, ocultando pequeñas perlas dentro de los compases. Las canciones son compactas y enérgicas dejándonos sin apenas tiempo a asimilarlas en las primeras escuchas. Una vez repasado el disco 4 ó 5 veces empezamos a discernir detalles, arreglos, sutilezas que se nos pasan por alto en un principio, y la gran cantidad de instrumentos que se entrecruzan en determinados temas, con ritmos bruscos y explosivos traducidos en secas secciones que catapulta a la batería a altas revoluciones. Las enseñanzas de Phil Spector y su famoso "muro" fueron llevadas a la práctica con gran rendimiento.
El artificio de STORIES se sostiene cimentado sobre una potente batería y el piano de Brown, fundamental en la gestación y dirección de las composiciones. Cuando el barullo instrumental crece , éste lucha por salir a la superficie a base de zarpazos y picados intentando sostener la melodía para que no se pierda. Por supuesto la guitarra de Love, también hará sus pinitos pero no lleva la voz cantante, sino que sigue y refuerza tanto la línea melódica como el ritmo agresivo del piano que en muchas ocasiones rompe al iniciarse la pieza.
Acumulación de sonido en la que aún tendrán cabida los arreglos preparados con mimo abarrotados de una inmensa orquestación que son los encargados de dulcificar en cierta manera para contrarrestar la dureza de esos temas cortos de riffs rápidos. La crudeza disminuye proporcionando unas atmósferas muy sinfónicas a la música, dentro del hard rock, que se puede calificar de melódico, con tintes de blues y boogie, atreviéndose incluso en una breve pieza instrumental con un piano honky tonk. No podemos olvidarnos de otro factor muy importante, la voz de Ian, que la primera vez que la escuché, pensé que estaba ante una fémina. Y es que es fácil confundirla por ese timbre que posee mezcla de dulce-dureza, cuyo mayor valor es la emotividad que es capaz de transmitir, muy importante en el tipo de estructuras en las que tiene que trabajar.
Música muy directa, hecha sin dispendios, sin grandes alardes, pero capaz de llegarnos hondo en muy poco tiempo, tanto a la cabeza como al corazón, sabiendo conmovernos, tocarnos la fibra y hacernos mover los pies, todo ello a la vez que no es fácil. Una gran ayuda en días en que uno necesita levantar el ánimo ó cargar las pilas, porque desde luego desprende buen humor y buen rollo. Una píldora que no fallará, tomarla tres veces al día cada 8 horas.