"Los músicos que utilizan el calificativo de psicodélico para su música, lo entienden como algo que amplía la consciencia y que al mismo tiempo está ampliado por la consciencia. Esto es: en su opinión, la nueva música no puede ser interpretada, sino únicamente comprendida. Y esto sólo se logra si uno la asimila gracias a una cierta predisposición. Pero para asimilarla, es necesario mostrar un interés previo por ella.
La nueva música ha de desempeñar un papel activo, cuyos efectos han de llegar más allá de los escasos minutos de su producción. Su finalidad, por lo tanto, ya no es su valoración comercial y su condensación en un disco de tres minutos de duración, que se consume sin otras consecuencias; consiste más bien en su propagación mediante otras acciones."
Oscuro
cuarteto que pasó por la escena progresiva inglesa, y fue visto y no
visto, como muchos otros, algunos incluso nunca dejaron un legado del
que aprovechar ahora su escucha, pero LIFE
nos
dejó un maravilloso álbum, que al igual que los amantes del vino,
saben degustar un buen reserva, nosotros sabemos degustar un disco
realizado en un momento que supuso la culminación de un movimiento
musical en los 70.
Fue
producido por Chris White, ex miembro de los ZOMBIES
y compositor de ARGENT,
que hizo un buen trabajo muy eficiente con una producción discreta.
Tal vez se echa en falta algunos elementos, al igual que arreglos,
que no se observan (algunos de piano sencillo, flauta) y en la
finalización de varios temas también se palpa la sensación de no
tener claro como acabarlos, optando muchas veces por la
simplificación de un suave apagado o un final con las espadas en
alto, como sucede cuando en un concierto se decide acabar la pieza.
Más
debido a su portada que al apartado musical, se le encontraron
semejanzas con URIAH
HEEP,
que tiene mucho paralelismo con la de “Very
eavy , Very umble” (Pose
agónica, con telarañas en el rostro y la boca abierta). En la forma
de realizar la grabación encuentro más parecidos a ENGLAND
con su “The last of jubblies”, en algunos instantes insinúan
beber de clásicos como ELP
( The
plank/ Devil on the river)
con unos efluvios muy emersonianos, y en súbitos arranques de órgano
me recuerdan a Tony
Kaye“yes
album” con unas emanaciones que se respiran a lo largo del disco.
Tal vez, solo tal vez, en pasajes vocales pueden asemejarse a URIAH
HEEP (Woman).
El
miembro fundador fue Ian
Gibbons,
quien habiendo estudiado acordeón, tras ganar premios en varios
concursos, formaría su primera banda MOONSTONE,
poco después rota, nacería LIFE.
Pero en mi opinión, un pilar fundamental para la realización de
este magnifico álbum, es la aportación de los hermanos Thorpe
(si es que son hermanos, porque no tengo información que lo
ratifique). El hecho de que ambos se ocupen de la base rítmica, es
decir, bajo y batería es muy importante. La compenetración familiar
es algo que se aprecia en el trabajo conjunto, se conocen muy bien, y
esto se traduce en gran seguridad y solidez en los temas. Tras la
separación Ian Gibbons inició una larga carrera con gente de
reconocida reputación.
El
álbum se mueve dentro de unos parámetros clásicos del progresivo
pesado y con una estructuración típica en los cortes, aunque con
rítmicas poco usuales. El sonido parece alejarse del Bues rock y
acercarse más al Boogie rock en aquellos cortes en los que la
guitarra lleva la dirección. Las composiciones se construyen desde
un marcado ritmo inicial que condiciona toda la obra, una batería
con una caja muy definida y un bombo que junto al bajo establecen un
patrón a seguir. Después suele secundar el ritmo, el hammond
pasando a dominar la escena con un muro sonoro sólido , que se abre
en ocasiones, para dar paso al piano o la guitarra en su
protagonismo.
El
esqueleto de los tracks se suele mantener de principio a fin con
fases de estribillo pero incluyendo variaciones que se traducen en
intervalos con cambios drásticos de ritmo e inclusión de pasajes
instrumentales inspirados, la mayoría a cargo del órgano, para
retomar de nuevo la sección principal. Uno de los elementos clave de
esta banda son las voces. Coinciden en ella 4 miembros capaces de
echarse a la espalda el trabajo vocal, algo difícil de encontrar en
grupos de Rock. Esta habilidad le transfiere gran frescura a la
música, ya no solo con la voz principal, sino también con los
múltiples coros que podemos escuchar.
La
guitarra de Ian muy importante también en el entramado de las
composiciones no llega a ser tan determinante como el órgano. Su
participación es necesaria pero el protagonismo está más cedido al
resto, incluso en ciertos pasajes su sonido no parece estar a la
altura, como si de un fallo de producción se tratase, pero esta es
una visión subjetiva que deberéis cotejar el público oyente.
Gracias
a la reedición por parte de la discográfica “Prog
Temple”
podemos disfrutar de un album donde no hay tema malo, manteniendo un
gran nivel de principio a fin. Si no fuera por gente así, estas
maravillas únicas se perderían y nadie sabría nunca que
existieron.
"Amon Düül II, como su nomenclatura indica, fue una escisión de los Amon Düül originales, una comuna político-artística de carácter radical surgida en Munich en 1967. Formada por estudiantes de extrema izquierda, llevaban a cabo un rock de corte psicodélico basado en la más libre improvisación . Una libertad que se trasladaba a la formación de la banda. En pocas palabras, todo aquel que formaba parte de la comuna podía formar parte del grupo, sin tomar en consideración su habilidad ni sus conocimientos musicales"
"Unas semanas antes de tener finalizado el disco, Jean-Michel pudo encontrar una buena portada que plasmara su idea del impacto medio ambiental que genera el hombre sobre el planeta. Un día, paseando por las calles de París, Jarre observa en las ventanas de la galería Marquet donde exponían los cuadros de un joven pintor llamado Michel Granger, un lienzo que le cautiva automáticamente, y que representa a una calavera saliendo del planeta Tierra.
Michel Granger
La obra había sido pintada en 1972 para la revista Pilote, medía 30 x 40 centímetros, y el músico decidió comprarla. Este quedó entusiasmado con la pintura, pues expresaba increíblemente bien la idea que quería reflejar en el disco. Cuando preguntó por el nombre de la obra, le dijeron que esta se titulaba Oxygène. Jean Michel no se lo podía creer, ya que él había pensado en el mismo título para su disco."