El título hace referencia al cariño que existía entre sí en el seno
CHICORY TIP "Son of my father" (1972)
Su productor convencido del potencial de la canción que daba título
Un análisis personal de una colección de vinilos que engloba el progresivo desde sus inicios y la década de los 70
"Hace mucho cuando era bachiller, pasaba el tiempo junto con el tipo que ahora toca la trompeta y con otro amigo que ahora dirige el conjunto Captain Beefheart. Ibamos junto al colegio y a menudo hacíamos proyectos sobre lo que haríamos tras los estudios... Por fin se acabó el colegio y nos separamos. Por alguna extraña coincidencia nos volvimos a encontrar todos, pero incluso entonces todavía no sabíamos que hacer.
Entretanto se habían juntado algunos amigos para formar el conjunto Soul Giants. Allí tocaban nuestro bajo y también Ian. Cuando tras algún tiempo abandonaron el grupo dos elementos, nos preguntaron si queríamos integrarnos en el conjunto. Así lo hicimos y actuamos en su bar. Y puesto que el grupo estaba bien conjuntado, propuse que siguiéramos juntos y estudiáramos algo original para poder triunfar.
Así que pusimos manos a la obra y recorrimos todas las formas posibles de la ruina económica. Sufrimos hambre, fracasos, reveses a lo largo de un año. Luego lanzamos Freak out y todavía sufrimos más hambre, hasta llegar al momento presente, en que por fin tenemos suficiente comida y podemos vivir con relativa holgura. Cada uno parece tener casa, coche, esposa o amiga. La cosa va rodando.
Chris
Evans...................PPG Wave computer, Arp 2600, Vocoder 2000, Sintetizador
con circuito secuencial,....
David Hanselmann........Voz
-Colaboraciones-
Jürgen
Schroeder.........Guitarras
Roy
Louis......................Guitarra sintetizada y eléctrica
Reinhard Besser............Guitarra
sintetizada y eléctrica
Tissy
Thiers...................Bajo
Dicky Tarrach................Batería
y percusión
...........
1ª cara:
- Sunrise-Stonehenge Theme
- Salisbury plain
- The stones of
Avebury
- Earth magic
- Silbury hill
2ª cara:
- Genesis
- Glastonbury, temple
of the stars
- Cadbury castle, king
Arthur's Camelot
- Epilogue- Stonehenge
Theme
En la década de los 70 y más concretamente en su segundo lustro hubo un interés elevado por asuntos que encierran misterio como los casos de avistamiento OVNI y aspectos relacionados con ello, culturas arcaicas con elementos extraños que podían conectar con estas supuestas civilizaciones extraterrestres (Erik von Daniken, escribió numerosos libros sobre ello y estuvo en el candelero), las famosas líneas de Nazca, las ruinas de Machu Pichu, las pirámides y sus enigmas, los monumentos megalíticos como el de Stonehenge, los moais de la isla de Pascua, el poder psíquico de la mente, las abducciones, lo paranormal.....pudiendo enumerar muchas más cuestiones. Quedó reflejado en libros, en el cine y también en la música se trataron algunos de estos asuntos.
Este es uno de esos casos, abordando la temática del misterio que rodean las piedras del conjunto de Stonehenge, el músico, compositor y productor Chris Evans compuso un álbum conceptual dividido en títulos que nos trasladan a la zona del punto crítico y sus alrededores. No será la única ocasión en que este monumento megalítico haya servido de inspiración, HAWKWIND en 1984, poco después, dejará volar sus notas psicodélicas y espaciales, le servirá de escenario para realizar un concierto en vivo en el que la gente se confunde con las enormes rocas, una de las pocas veces que se permitirá pisar su suelo, hoy en día es un territorio protegido donde solo se puede acceder con ciertos permisos.
Chris Evans había trabajado para otros, también realizó música para publicidad, colaboró en la creación de bandas sonoras de films, e incluso en eventos como el mundial de futbol, inglés de nacimiento afincado en Alemania coincidió con un estadounidense de origen, David Hanselmann, que se labró una buena reputación sobretodo en la escena kraut-prog, hombre polifacético que se embarcó en proyectos de diversa índole, pero sin formar parte de ninguna banda. Aquí ofrecerá su voz, pero es curioso que aunque aparece en el título principal, en los créditos ni siquiera se le nombra. El mérito es de Chris Evans, pero sería justo que al menos se reconociera la labor vocal de Hanselmann, los colaboradores y sus instrumentos se mencionan. El disco ganó el premio al álbum conceptual en el festival de Jazz de Montreaux, un segundo disco pondría punto final al dúo.
En la línea de "Ancient of gods" de PAUL FISHMAN, el disco entronca en intencionalidad y estructura pero sin el oscurantismo y épica del primero. Una introducción de teclados con secuenciadores nos invita a entrar en el mundo mágico, inicio muy electrónico, nos topamos con unas guitarras acústicas arropadas por capas de teclados acolchados desembocando en uno de sus mejores temas, Sunrise, emocionante y lleno de vitalidad con una voz espléndida convertida en la protagonista de la pieza en una atmósfera muy positiva. La batería de teclados es muy abundante, las nuevas tecnologías son aprovechadas y la variación es constante, sonando de muy distintas maneras, el tecno está en su punto más alto y eso no pasa desapercibido para nadie. Ambientes despejados y sonidos espaciales son tónica mientras Hanselmann pone un torrente de voz que se acomoda a todas las texturas en un juego en el que conviven los arpegios acústicos elementos más cálidos con sonidos fríos de los sintetizadores. Música que sin ser pretenciosa, ni virtuosa especialmente, consigue ser singular rodeándose de un aura de originalidad que se pierde en los últimos temas, cortes que le sobran, pasando a un estado casi ¿hard? en una propuesta 'disco' que parece material de relleno, bajando el nivel de calidad de otras composiciones.
Obra curiosa y ecléctica que goza de buenos momentos en el que es posible encontrar ritos iniciáticos, cantos místicos y cierta experimentación electrónica (ARP, VCS3, SONY 80) consiguiendo propagar un delgado hilo de misterio pero solo en instantes puntuales, careciendo de la fuerza dramática suficiente para trasladarnos la fascinación del embrujado lugar.
"Hacía años que se celebraba en la explanada de Canet, una localidad de la costa catalana, un festival denominado 'Les sis hores de Canet', que era un adecuado muestrario de lo hecho durante todo el año en lo correspondiente a cançó. En 1975 los organizadores, Pebrots Interprises (La Trinca), deciden hacer un festival paralelo dos semanas después, al que llaman Canet-Rock: 12 hores de música y Follia. el festival se convertirá en la mayor concentración humana por ver la muestra de música laietana que nadie podía esperar. casi cincuenta mil personas llenaron el recinto para pasar un día al aire libre, escuchando y viendo música durante toda la noche, seguramente acabando en la madrugada dominical en la playa cercana dándose un chapuzón.
El cartel era lo suficientemente interesante para obligar a cualquier amante del jazz o el rock a desplazarse hasta la bella localidad costera. La mayoría lo hicieron en tren, otros llegaron en sus coches, e incluso hubo más de uno que llegó en plan peregrinación, andando con su mochila en la espalda y con barba de varios días. Todo resultó apoteósico, la idea del Woodstock catalán había sido plasmada."
(1954-1984. 30 años de Rock)