"King Crimson no es un grupo como los otros, sino una especie de taller de creación colectiva, donde cada cual puede ir si tiene necesidad de aprender, más allá de sus hábitos. Si Fripp viene a proponerte tocar con la banda, es algo que no se puede rehusar. "Palabras de Bill Bruford que definen a uno de los grupos más extraños del rock de la década de los 70"
Tony Duhig......................Guitarra
eléctrica
John Field........................Flautas,
congas, percusiones
Glyn
Havard....................Bajo, guitarra acústica y voz principal
Allan
Price.......................Batería
David Duhig.....................Guitarra
principal invitado en 2 temas
1ª cara:
- A winter's tale
- Snake
- Dark river
- Joanne
- Obedience
- Morning hymn
2ª cara:
- May queen
- the demon trucker
- Lady of the lake
- Borne on to the
solar wind
Una de las pocas bandas dentro
del progresivo cautivada absolutamente por la música tradicional japonesa,
hasta el punto de ponerse de nombre una referencia nipona inconfundible y arraigada
como es la del guerrero "Jade" . Las portadas de los Lp's muestran
también esa influencia con dibujos y pinturas inspirados en su arte. No solo
tienen cabida las influencias orientales, incluyendo instrumentos clásicos del
país del sol naciente, también hay sitio para ritmos y percusiones de origen
africano y países caribeños ("Dark
river"/"Obedience"....), por supuesto el pop británico
coetáneo se deja notar a través del mito BEATLES,
descubriendo instantes que nos alertan en cortes como "A winter's tale", con un estribillo que se repite en la
última parte, cuya estructura recuerda poderosamente al estribillo inserto en
bucle en "Hey Jude" de los
escarabajos. Hay lugar para los sonidos orquestales en "Borne on tothe solar
wind", inspiración e improvisación en jams libres ("Snake" y "Dark
river") e incluso cierta dureza en las cuerdas de la guitarra en "Snake".
"May
queen" es representativo de la línea que se convertirá en tónica en
posteriores álbumes, una pieza de carácter ambiental que revive la música
oriental de los ancestros en la que dominan los aspectos relajantes y la
quietud, inherentes a la filosofía de la sociedad tradicional japonesa.
El elemento contradictorio a
todo esto, que rompe y desgarra de alguna manera esa delicadeza musical es la
guitarra de Tony Duhig, poniendo la nota ácida y agresiva en la mayoría de sus
intervenciones desgarrando los temas. Se muestra ruda, dura y primitiva creando
un efecto contrapuesto que resulta extraño y a la vez mágico.
La voz se acomoda a las circunstancias
y se acopla perfectamente a la espiritualidad que rezuma la música, una música
intimista, reflexiva, ecléctica y bucólica donde la flauta travesera juega un
papel fundamental para producir esa esencia mística que se respira.
"La aparición de los Stones y su leyenda de rebeldes labrada en pocos meses les convirtió en los enemigos públicos número uno. La frase ¿Dejarías a tu hija casarse con un Rolling Stone? se hizo famosa.
De pronto, los Beatles eran los limpios y ellos los sucios. Cuando eran detenidos por orinar en público, se les tildaba de gamberros y nadie prestaba atención al hecho de que en ese lugar no les hubieran querido dar la llave de los lavabos. Fueron multados con tres libras y quince guineas por cabeza. La respuesta de Mick fue que Iba a apelar al Supremo. Esto, en 1965 y en la puritana Inglaterra, tan tradicional y de pronto espectadora atónita de todo lo que sucedía con la nueva música. "
"En ese momento tomo una decisión repentina, y en un frenesí demente vuelvo a arrojar una y otra vez la guitarra contra el techo. Lo que antes era una simple fractura, ahora es un astillado estropicio. Sostengo la guitarra ante el gentío con gesto triunfal. No la he machacado: la he esculpido para ellos. Despreocupado, arrojo la guitarra hecha añicos al suelo, agarro una Rickenbacker nueva de doce cuerdas y prosigo el espectáculo.
Aquel martes por la noche di con algo más potente que las palabras, algo más emotivo que mis tentativas de chico blanco por tocar blues. Y como respuesta recibí la unánime aclamación del público. Algo así como una semana más tarde, en el mismo local, me quedé sin guitarras y derribé la pila de amplificadores Marshall.
Poco amigo de quedar en segundo plano, Keith Moon se sumó a la fiesta pateando su batería. Roger empezó a raspar el micrófono contra los platillos quebrados de Keith. Algunas personas contemplaron la destrucción como un ardid publicitario, pero yo sabía que el mundo estaba cambiando y estábamos mandando un mensaje. La vieja manera, convencional, de hacer música ya nunca iba a ser la misma."
